
Si bien es cierto que todos deseamos la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas, también es verdad que para que nuestro interior se vea transformado debemos buscarlo; así sentiremos esa gracia que nos viene dada por medio de nuestro Señor para fortalecernos espiritual y mentalmente y así comprender lo que estamos viviendo.
Pues bien, para eso nada mejor que un retiro: dejar nuestras ocupaciones y pasar un día con quien sabemos que nunca defrauda y siempre nos está esperando.
El día 15 de octubre por la mañana nos reunimos en nuestra «sede oficial» de los Maristas, distante unos 2 km de Logroño. Después de la acogida, asistimos a la charla ofrecida por el sacerdote Raúl Najarro, persona que ha trabajado mucho para el MCC, con el título “Jesús, ¿es el centro de mi vida?”
Ciertamente fue una manera diferente de ver la figura de Jesús combinando teología y ejemplos sencillos para acercarnos a su mejor conocimiento.
Tras el rato de descanso para asimilar lo escuchado, surgieron varias preguntas muy interesantes en la posterior puesta en común. Decir Jesucristo es decir evangelio y decir evangelio es decir valores morales y líneas de actuación; ambos son muy aplicables en nuestro mundo por nosotros los cristianos y un verdadero manual para que el Reino de Dios sea posible en una sociedad que camina desorientada.
Después de la charla tuvimos la misa, verdadero alimento espiritual, y acto seguido la comida en un ambiente fraterno. Para terminar el retiro volvimos a la iglesia para permanecer en compañía de nuestra Madre con oraciones y testimonios personales que surgieron al plantear la pregunta: ¿Cómo acogemos a María en nuestra vida?
¡Qué bueno este retiro! ¡Todos salimos ganando! Y es que cuando te atrapa el Espíritu…
De colores
Deja un comentario