
“Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino…” que alrededor de 200 cursillistas se unieron en el santo rosario con motivo de la Ultreya Diocesana celebrada el 21 de enero en el Puerto de Mazarrón, bajo el lema “Alentados por José, damos cultos al Dios vivo”. Una jornada de convivencia para testimoniar el amor de Dios sobre cada uno de nosotros, que de manera especial hemos encontrado y fortalecido en un Cursillo de Cristiandad.
Pero previamente y para coger fuerzas, algunas hermanas del Puerto de Mazarrón prepararon un chocolate caliente y delicioso y unas monas para entrar en calor. El rosario comenzó a oírse en el paseo de Rihuete, donde sobresalía la imagen de la Virgen del Rosario, portada por algunos hermanos. Las olas del mar apenas se oían y conforme se avanzaba, esas olas se hacían más intensas y las nubes hacían acto de presencia.

En aquel momento, recordé las palabras del Salmo 23: “El Señor es mi pastor; nada me falta. En verdes praderas me hace descansar, a las aguas tranquilas me conduce, me da nuevas fuerzas y me lleva por caminos rectos, haciendo honor a su nombre”.
El sol no quería perderse este gran encuentro y también hizo su aparición dejando en algunos momentos un calor que algunos tuvieron que desprenderse de la ropa de abrigo.
La gente que andaba por allí se quedaba mirando a este gran grupo, algunos de ellos se unían a la oración, otros desde lo alto de los edificios hacían fotos; algo les llamaba la atención. Siguiendo las huellas de San José y las de la Virgen del Carmen, llegamos a la iglesia de dicho Santo, que este año celebra sus bodas de plata.
Una vez allí, su párroco, D. Juan José, también nos acogió de manera extraordinaria y nos invitó a visitar el belén parroquial, un belén al que no le faltaba detalle. Después, nuestro hermano Ramón Vicente Madrid nos abrió su corazón y nos contó su conversión, de la nada al todo, todo por ÉL.
Y como colofón, se celebró la eucaristía presidida por D. Jesús Aguilar Mondéjar, consiliario del Movimiento de Cursillos de Cristiandad, junto a D. Juan José Noguera Rubio y D. Antonio José Martínez Lázaro, párroco de San Andrés y San Antonio de Padua de Mazarrón, que estuvo amenizada por el coro de “San Agustín” de Fuente Álamo.
Ya cerca de las 15 horas, y tras finalizar la Ultreya, fue el momento de compartir la comida en un conocido restaurante del Puerto de Mazarrón. Al finalizar el almuerzo, los cursillistas participaron en las rifas y se repartieron bastantes regalos. El dinero fue destinado a la parroquia de San José que actualmente está en obras.
Quisiera terminar con una acción de gracias por dicha Ultreya:
Gracias por haberte abierto a la gracia, y a la escucha de la Palabra, desde siempre. Gracias por haber acogido en tu seno purísimo a quien es la Vida y el Amor.
Gracias por haber mantenido tu «Hágase» a través de todos los acontecimientos de tu vida.
Gracias por tu sencillez, por tu fidelidad y por tu mirada maternal, por tus intercesiones, tu ternura y tus auxilios.
Gracias por tantas bondades. En fin, gracias por ser Santa María, Madre del Señor Jesús y nuestra. Amén.
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