
Fue en el 2º Congreso Nacional de la juventud de Acción Católica Española, celebrado en Santander el 18 de diciembre de 1.932, cuando se hizo público el compromiso por parte del Consejo Superior de Jóvenes de Acción Católica (JACE) de organizar para el año de 1.937, el 3er Congreso en Santiago de Compostela y programar, con ese motivo, una gran peregrinación de jóvenes españoles y latinoamericanos a los pies del Apóstol Santiago. Para lo cual el Santo Padre, Pio XI, les encomendó a los jóvenes responsables de Acción Católica la formación de sus dirigentes y la motivación espiritual de los peregrinos en todas las diócesis de España, para que esta peregrinación se convirtiese en un verdadero acto de fe.
Desgraciadamente, todo se paralizó con el alzamiento nacional, el 18 de julio del 36, y la posterior guerra civil. El ambiente bélico que se vivió en España durante los años posteriores hizo imposible la realización del evento.
Aunque la guerra terminó en el 39, con la victoria de las tropas Franquistas, no fue hasta el año 41 cuando se retornó a una cierta paz. Fue entonces, con el lema “100.000 jóvenes a Santiago”, cuando la Juventud de Acción Católica Española relanzara la idea de peregrinar a tierras compostelanas con el objetivo de darle un impulso a la misma asociación eclesial y cubrir los huecos dejados por sus directivos que se encontraban entre los más de 7.000 mártires que dejó la guerra.

Para ello, la obra se consagra a la tarea de la formación de dirigentes y a la intensificación de los trabajos apostólicos, no sólo en el campo de Acción Católica, sino en todas las instituciones sociales, infundiendo en los miembros de la “Rama” una verdadera y auténtica orientación apostólica para la vida, con el objetivo de hacer que los jóvenes elegidos reaccionaran en todo instante como enviados del Señor.
Para dar respuesta al plan formativo de la JACE (juventudes de Acción Católica Española) y así además dar un impulso a la apuesta por la peregrinación de los jóvenes a Santiago, en cada una de las diócesis, se programaron una serie de cursillos: Cursillos de Adelantados de Peregrinos en todas las diócesis del país, y Cursillos de Jefes de Peregrinos en todas las parroquias. Estos cursillos fueron diseñados por Manuel Aparici, presidente del Consejo Superior de Acción Católica Española.

Manuel Aparici. Presidente de los Jóvenes de Acción Católica Española
La formación de estos cursillos solían correr a cargo tanto de los directivos de los respectivos Consejos Diocesanos, que se preparaban en las escuelas de Propagandistas o de Dirigentes, de los Consiliarios Diocesanos de los centros de Acción Católica o por parte de los directivos nacionales que se desplazaban desde Madrid para impartirlos en otras diócesis.
Mallorca fue una de las primeras Diócesis en pedir los cursillos de Adelantado de peregrinos. Durante los años de preparación se impartieron desde el 41 al 48, según la hoja Diocesana, 7 Cursillos. Todos siempre cercanos o en la misma fecha de Semana Santa. El lugar elegido en casi todos los casos fue el Santuario de Nuestra Señora de Lluch. Todos, menos el último, el del año 1948, que se realizó en el Santuario de nuestra Señora del Cura. Cabe recordar que estos últimos fueron dirigidos por los jóvenes del Consejo Diocesano de Mallorca. Los rectores de estos cursillos fueron José Ferragut y Eduardo Bonnín.

Al segundo cursillo de Adelantados, celebrado del 17 al 24 de Abril de 1.943, asistió Eduardo Bonnín Aguiló. Uno de nuestros iniciadores y destacado entre el grupo de seglares. En el tercer cursillo celebrado en Mallorca, en el año 45 y ya siendo este, presidente del Consejo Diocesano de Mallorca, fue invitado a participar como profesor del mismo tras la baja de última hora de uno de los profesores designados por el consejo Superior de Madrid. Allí fue donde expuso por primera vez su estudio de los ambientes.
Los cursillos de jefes de peregrinos fueron los establecidos como la segunda etapa en el Plan de Formación para la peregrinación de los jóvenes a Santiago. Se iban impartiendo paralelamente en el tiempo a los Cursillos de Adelantados. Estos cursillos trataban las mismas materias que los cursillos de adelantados y, en principio con la misma estructura. Dirigidos por los miembros del Consejo Diocesano de Jóvenes de Acción Católica de Mallorca, estos cursillos estaban enfocados a muchachos con categoría de dirigentes de Centro o del Consejo Arciprestal (Plano comarcal o parroquial). Estos asistentes, una vez hecho el cursillo, podían celebrar en sus respectivos arciprestazgos unas jornadas de estudio en sus centros que recibieron el título de “Guías de Peregrinos”, concluyendo con estos la tercera etapa del plan de Formación preparado.
Se organizaron 8 Cursillos de Jefes de Peregrinos entre 1.942 a 1.947, celebrándose en distintos lugares de la Diócesis Mallorquina dependiendo del Centro de Acción Católica que lo organizase. Durante aquellos años los jóvenes seglares comenzaron a remodelar el cursillo de Jefes de peregrinos para adaptarlos a las necesidades de los jóvenes Mallorquines y a la misión encomendada.
Cabe destacar, por ultimo, las peregrinaciones locales realizadas en los últimos años de preparación (1.946 y 1.947) y el congreso de Lluc, donde peregrinaron más de 3.000 jóvenes mallorquines hacia el santuario de “la Moreneta”, la virgen de Lluc, para ser consagrados por el Obispo Hervás, al Inmaculado Corazón de María, como último acto de preparación a lo que iba a ser la peregrinación a Santiago.

La peregrinación se llevaría a cabo, por fin el 25 de agosto de 1.948.
Muy interesante. Muchas gracias.
Valiosa información de los antecedentes e iniciadores de CURSILLOS DE CRISTIANDAD ,que nos enriquese nuestros conocimiento y nos abre más el panorama de este hermoso movimiento inspirado por Dios por medio de su Santo Espíritu y del cual me siento orgulloso de pertenecer aunque indignamente por mis limitaciones pero que confiando y abandonado en Cristo nuestro Señor y por su gran amor seguimos adelante. Gracias y de COLORES.